Compartir Navegación de entradas AnteriorMateo 8, 23-27: Atravesamos la tempestad siguiendo a JesúsSiguienteMateo 9, 1-8: Levántate y anda 2 comentarios María Angélica Tapia Jul 01, 2020 - 12:07 pm Dios lo bendiga padre Fidel con la sabiduría, reflexiones sin duda inspiradas por el Espíritu Santo y su vida de oración de encuentro con el Dios de la Palabra. No se canse padre de seguirnos ayudando a comprender las Escrituras. Muchas gracias. Responder Sandra Gómez Jul 01, 2020 - 6:56 pm Gracias Padre Fidel. Sus explicaciones son grandiosas y nos ayudan a comprender el Evangelio. Que el Espíritu Santo lo siga iluminando. Responder Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.
Dios lo bendiga padre Fidel con la sabiduría, reflexiones sin duda inspiradas por el Espíritu Santo y su vida de oración de encuentro con el Dios de la Palabra. No se canse padre de seguirnos ayudando a comprender las Escrituras. Muchas gracias.
Gracias Padre Fidel. Sus explicaciones son grandiosas y nos ayudan a comprender el Evangelio. Que el Espíritu Santo lo siga iluminando.